domingo, 28 de noviembre de 2010

Volar.




- Si pudiera pedir algo, fuera lo que fuera, pediría poder volar...¿Sabes a lo que me refiero? Volar como un pájaro, no como un avión ni nada parecido. Como un pájaro...Ir corriendo hasta el borde del precipicio, saltar y planear, batir mis alas y subir hasta las nubes... Y tú...¿Tú que pedirías?
- Yo... Bueno, lo mío es más complicado...
- ¿Más complicado que ser capaz de volar como un pájaro?
- Sí, mucho más... Yo quisiera tener un pájaro, libre, sin jaula... Un pájaro que siempre tuviera abiertas las ventanas de mi casa, para que cuando le apeteciera salir, simplemente pudiera hacerlo, sin yo tener que darle mi permiso. Un pájaro que después de pasarse el día planeando sobre precipicios, volviera a su hogar, a mi hogar, conmigo.
- Vaya... Hay muchos pájaros en el mundo, seguro que encuentras alguno que cumpla esas condiciones.
- Ya, pero lo que yo quiero es que ese pájaro, seas tú...

jueves, 25 de noviembre de 2010

Buenos días.



- ¿Qué es lo que buscas? Explícamelo, porque te juro que por más que intento entenderte no lo consigo.
- Busco demasiado, pero no encuentro nada. Busco despertarme cada mañana y que en el primer segundo de mi día, ya encuentre algo que me haga sonreír, ¿entiendes? Una nota en la nevera con un corazón dibujado, el olor a besos sobre la almohada, un puñado de sueños aún enredados entre las sábanas... Abrir la ventana y oler la hierba recién cortada, que alguien no sólo te diga "buenos días", si no que realmente esté deseando que siempre los tengas. Tampoco creo que busque algo complicado, son cosas sencillas, pequeñas, pero la importancia de las cosas no se mide según su tamaño.

martes, 23 de noviembre de 2010

Vivir.




Y no pretende nada que no sea vivir. Caminar descalza sobre la arena mojada con la espuma colándose entre los dedos, a pesar de que sea invierno. Subir hasta la cima del monte más alto sólo para gritarle al viento la palabra libertad. Correr como un caballo salvaje, sin ninguna meta a la que llegar. Y en los días soleados, tumbarse sobre la hierba, sintiendo su cosquilleo en la nuca. Vivir, simplemente eso.

martes, 9 de noviembre de 2010

Vacío.

A veces, las personas, llegan a un punto en el que han perdido la capacidad de sentir. Sólo les inunda el vacío, la nada. Puedo llegar a decir que esa sensación, esa ausencia de emociones, es incluso peor que el propio dolor. Al fin y al cabo, los sentimientos son lo que nos hace sentir vivos, ya sea para permitir agarrarnos a cada segundo o para intentar huir. Y puede que más de una vez hayas deseado eso, no sentir nada, pero ahora que tienes lo que antes anhelabas,  no puedes asimilar tu ignorancia al haber buscado esa situación. Una situación de la cuál no puedes salir por propia voluntad, una situación que no puedes soportar, pero que sin embargo, que tampoco puedes evitar, ¿pues cómo vas a liberarte de algo vacío?