viernes, 31 de diciembre de 2010

Pídeme lo que quieras.




- ¿Qué quieres que te regale para Navidad?
- ¿Cómo dices?
- Sí, un regalo. ¿Qué prefieres? Un reloj, unos pendientes, un libro... Pídeme lo que quieras.
- ¿Lo qué quiera?
- Sí, cualquier cosa que te haga feliz yo la conseguiré para ti, no importa lo cara o lo extraña que sea.
- Pues bien, de ser así pido tu olor en mi ropa cada día, desayunarme tus besos por las mañanas, leer todas tus cicatrices, descifrar las arrugas de tu frente, que sólo me vistan tus manos, que tu risa sea la banda sonora de cada uno de mis días, que tus dedos dibujen amaneceres sobre mi piel y que en cada uno de ellos, estemos juntos.

viernes, 24 de diciembre de 2010

Y con los ojos cerrados.





- ¿Recuerdas cuándo nos conocimos?
- Claro, no he olvidado ni un solo detalle... Tú estabas allí, enfrente de mi, tan perfecta, tan irreal, justo como ahora te veo... Y empezaste a hablar conmigo, sin ningún motivo especial. Y justo en ese momento lo supe. Supe que no ibas a ser "sólo" una persona más, supe que ibas a ser parte de mi. Te parecerá ridículo, pero sentí como si algo se encendiera, ¿sabes a lo qué me refiero? Es como si hubiera encontrado una razón para todo, de repente, fue como si mi vida encajara, como si te hubiera estado buscando durante toda mi existencia y no me hubiera dado cuenta de que no tenía que buscar, que tú misma me encontrarías...
- Yo también lo supe, supe que eras lo que me faltaba, supe que podía confiar en ti por encima de cualquier cosa. En ese preciso instante, justo cuándo me dijiste tu nombre, podría haber dado la vuelta al mundo contigo, sólo agarrada de tu mano...Y con los ojos cerrados.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Instantes.


Alguien dijo una vez  "la felicidad no existe, tan sólo hay momentos felices". Sin embargo, yo creo que es el hecho de que haya esos momentos lo que implica la existencia de la felicidad.  Una canción que te haga viajar, un beso para desayunar, abrir las ventanas en invierno, hundir los pies en la arena el primer día de verano... ¿Acaso no son esos pequeños detalles los que hacen que te despiertes con ganas de comerte el mundo? ¿O es que la sucesión de esos instantes no son los que hacen que tu vida se equilibre?

sábado, 4 de diciembre de 2010

Arriesgar.


¿Nunca te has preguntado dónde te encontrarías ahora de haber elegido tus caminos de otra forma totalmente distinta? ¿Qué hubiera ocurrido si en lugar de dejarte llevar por el corazón hubieras meditado un poco más tus decisiones? Probablemente, serías una persona totalmente distinta, una persona madura, responsable, inteligente...Pero no sabrías nada del dolor, ni de la verdadera felicidad, ni del amor. No conocerías la satisfacción de arriesgarlo todo, perder, y a pesar de todo, que mereciera le pena. No sabrías lo que es arrepentirse de haber hecho algo, pero en cambio, si conocerías el arrepentimiento y la duda de que hubiera pasado si lo hubieras hecho, y eso, es algo que nunca podrás cambiar... Por eso, creo que es mejor equivocarse y fracasar, para luego poder levantarte con la cabeza bien alta, sabiendo que gracias a tus cicatrices recordarás todo lo que has hecho mal alguna vez, sabiendo son ellas las que unen tus pies al suelo...